En san José, costa Rica, se constituyó esta semana la Alianza Internacional para combatir el Fusarium R4T en el banano, con la participación del IITA, CORBANA de Costa Rica, Bayer, Chiquita Brands International, Red Solidaridad, la Universidad de Wageningen (Países Bajos), y el IICA.

Representantes del sector privado, académico, de organizaciones de la sociedad civil, entes estatales y organismos internacionales dieron un gran paso en el combate a una plaga que pone en riesgo la continuidad del cultivo de banano y, por extensión, la seguridad alimentaria del planeta.

Prevenir su propagación, mejoramiento genético y educación al consumidor son prioridades

La Alianza Global de Cooperación de Lucha contra el Fusarium R4T fue constituida formalmente con el primer objetivo de contener el avance de la considerada “pandemia del banano” y, en el mediano y largo plazo, investigar y desarrollar soluciones de mejoramiento genético.

Ante la necesidad de actuar de forma inmediata, distintos actores comprometidos con la sustentabilidad de la agricultura acordaron en enero de 2020 trabajar de manera conjunta para ayudar a vencer esta enfermedad, ya sea previniendo su propagación, invirtiendo en el desarrollo genético o educando a los consumidores.

La Alianza se constituyó formalmente en un acto virtual que contó con la participación de Kenton Dashiell, subdirector del Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA); Jorge Sauma, director ejecutivo asistente de la Corporación Bananera Nacional (CORBANA) de Costa Rica; Sara Boettiger, jefa de Asuntos Públicos, Ciencia y Sustentabilidad de la División de Ciencia de Cultivos de Bayer; Ronald Guendel, director global de Cadenas de Valor Alimentarias de la División de Ciencia de Cultivos de Bayer; Andrew Biles, gerente general de Chiquita Brands International; Jeroen Kroezen, coordinador de programas internacionales de la Red Solidaridad; Ernst van der Ende, profesor del Departamento de Fitopatología de la Universidad de Wageningen (Países Bajos); y Manuel Otero, Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Según determinaron sus miembros, el IICA ejercerá la secretaría de la Alianza, cuya misión es respaldar al sector del banano ante los desafíos que presenta la R4T a través del desarrollo de conocimiento, tecnologías y mecanismos que permitan encontrar una solución científica definitiva que favorezca la erradicación del hongo.

“Derrotar a la R4T es un desafío global y en consecuencia necesita un esfuerzo global. Ese es el motivo por el cual el trabajo de la Alianza Global contra la R4T es crucial. Reúne actores de todas las regiones y todas las especialidades, lo que permitirá a cada uno contribuir con sus conocimientos y sus recursos”, dijo Guendel.

El banano se cultiva en 135 países de los cinco continentes y no sólo cumple un rol central en la seguridad alimentaria a nivel global, sino que también es medio de vida para quienes trabajan en su cultivo, transporte y comercialización. Se estima que 400 millones de personas dependen del banano como alimento o fuente de ingresos.

En 50 años, la mayor amenaza para el banano

La cepa raza 4 tropical (R4T) del hongo Fusarium es una enfermedad para la que hoy no existe ningún tratamiento, que se transmite a través del suelo y devasta plantaciones.

Es la mayor amenaza en más de medio siglo para un cultivo que resulta especialmente importante para las poblaciones vulnerables, que obtienen del banano hasta la cuarta parte de las calorías que ingieren diariamente.

Aunque se originó en Asia, la R4T se ha ido desplazando hacia el Oeste y en 2019 fue detectada en Colombia, lo que encendió la alarma en las zonas tropicales de América Latina y el Caribe, cuyos países están entre los mayores productores y exportadores de banano del mundo.

“Si todos colaboramos, tendremos las mejores oportunidades de salvar al banano y, con él, los medios de vida y la nutrición de innumerable cantidad de personas en el mundo”, agregó Guendel.

Por su lado, el Director General del IICA, Manuel Otero, señaló que “estamos fuertemente motivados para trabajar con la Alianza en la búsqueda de soluciones para una enfermedad a la que vimos expandirse por el mundo en los últimos años y que tiene fuertes impactos económicos y sociales, porque el banano está fuertemente vinculado a la seguridad alimentaria global”.

Cavendish, la variedad mas afectada

La R4T ataca la variedad de banano Cavendish, que constituye la mitad de la producción mundial, el 95% de las exportaciones y es la que tiene también la mayor participación de mercado en América Latina y el Caribe.

La Cavendish fue la solución encontrada hace unos 70 años debido a su resistencia natural a otra enfermedad del hongo Fusarium –la llamada raza 1- que en la primera mitad del siglo XX terminó con la especie de banano Gros Michel, dominante hasta ese entonces.

Entre las actividades que la alianza va a realizar se cuentan investigación científica y publicación de informes y estudios, transferencia de tecnologías y asesoramiento a productores, capacitación a través de seminarios y cursos, y diseminación de información a través de libros, revistas, boletines y medios de comunicación convencionales y digitales.

Grupos de trabajo

La alianza tendrá tres grupos de trabajo permanentes: el de Capacitación y Prevención hará foco en la detección temprana de la enfermedad, en las medidas de higiene y en la erradicación de las plantas infectadas para limitar los contagios.

El de Genética y Cultivo buscará desarrollar nuevas variedades resistentes a la R4T, con el objetivo de garantizar la salud en el largo plazo de la industria del banano.

Finalmente, el de Métodos de Control Químicos y Biológicos trabajará en la creación de productos innovadores de protección de los cultivos que favorezcan la salud de las plantas activando sus defensas naturales para superar y curar las infecciones y eliminar insectos, males y otros transmisores de enfermedades.

La alianza buscará la contribución de donantes internacionales para llevar adelante una tarea que resulta imprescindible para asegurar la continuidad del cultivo del banano tal como lo conocemos hoy en día y, de esa manera, contribuir a reforzar la seguridad alimentaria y la fuente de ingresos de millones de personas en el mundo.

Fuente de información:

IICA.int

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