Los agricultores están a la vuelta de la esquina: las cadenas agroalimentarias conectan las áreas rurales y urbanas
Para Guatemala menos del 1% de la población vive en lugares formalmente remotos. Esto tiene implicaciones para la producción y la cadena de distribución de alimentos, porque simplemente, los agricultores estan a la vuelta de la esquina.
El presente estudio realizado por la FAO revela la necesidad de replantear las políticas que atañen a lo rural sobre la base de que miles de agricultores viven en zonas intermedias entre lo rural y lo urbano y no son beneficiarios de políticas rurales. Además, las políticas para centro urbanos no los alcanzan.
Según la FAO, menos del uno por ciento de la población mundial vive en zonas del interior verdaderamente remotas, lo que agudiza la necesidad de una mejor comprensión de cómo las formas urbanas impactan los sistemas alimentarios, así como el desarrollo social y económico, según una nueva investigación pionera del Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Universidad de Twente.
Las pequeñas ciudades y pueblos y las áreas rurales en las que influyen, definidas como sus áreas de influencia, desempeñan un papel enorme en la forma en que las personas buscan sus medios de vida, dice el documento.
Este es particularmente el caso de los países de bajos ingresos donde las ciudades pequeñas y sus áreas de influencia albergan a casi dos tercios de su población total.
Los conocimientos derivados de la investigación «tienen fuertes implicaciones políticas, que van desde el acceso a los servicios de salud hasta la organización de los sistemas alimentarios de la ciudad y la región y facilitan una transición de la movilidad hacia más desplazamientos y menos migración», afirman los autores, la economista principal de la FAO Andrea Cattaneo, FAO La economista Theresa McMenomy y el profesor Andy Nelson de la Facultad de Ciencias de la Geoinformación y Observación de la Tierra de la Universidad de Twente en los Países Bajos.
Mediante el uso de múltiples conjuntos de datos espaciales y el cálculo del tiempo necesario para que las poblaciones rurales lleguen a los centros urbanos clave cercanos, encontraron que las áreas periurbanas albergan casi el 40 por ciento de la población mundial.
Lo rural vs lo urbano pierde sentido
Estos resultados desafían la centralidad de las grandes ciudades en las narrativas y planes de desarrollo. Las áreas periurbanas a menudo caen en las grietas de las políticas diseñadas para los residentes de las ciudades y los agricultores rurales, lo que destaca la necesidad de una mayor coordinación entre las autoridades administrativas urbanas y rurales para ayudar a estas poblaciones intermedias a aprovechar su proximidad a los pueblos y ciudades para acceder educación, servicios y oportunidades de empleo de manera más eficiente.
«Se ha pensado que lo rural y lo urbano están separados durante demasiado tiempo. La planificación del desarrollo debe centrarse en el acceso de la población rural a las oportunidades de empleo y servicios en los centros urbanos cercanos, y reconocer que los centros urbanos no son islas en sí mismos», dijo Cattaneo.
La conexión entre lo urbano y lo rural es la agricultura
«Las cadenas agroalimentarias conectan las áreas rurales y urbanas», dijo Nelson. «Nuestro conjunto de datos respalda tanto la investigación como las políticas para transformar los sistemas alimentarios a fin de satisfacer de manera sostenible las crecientes demandas de los mercados urbanos».
Los hallazgos destacan cómo la noción de que los países de mayores ingresos son más urbanos es demasiado simplista. Por ejemplo, más de la mitad de la población rural de los países de bajos ingresos vive en áreas de alta densidad, seis veces más que en los países de altos ingresos. Eso refleja en parte una inclinación por las viviendas suburbanas de baja densidad en las naciones ricas, así como la forma en que una mejor infraestructura vial puede hacer que sea más fácil vivir más lejos, en la distancia en lugar del tiempo, desde el centro de la URCA local.
Migración de la ciudad a las zonas periurbanas
De manera más conmovedora, la evidencia muestra que si bien las grandes ciudades albergan ahora a más del 40 por ciento de la población urbana del mundo, y casi al 50 por ciento de América Latina y el Caribe, atraen proporcionalmente menos personas a su órbita funcional que las ciudades más pequeñas.
El predominio de las pequeñas ciudades y pueblos y sus zonas de captación en los países de bajos ingresos per cápita pone de relieve la necesidad de políticas destinadas a mejorar las oportunidades de empleo no agrícola, los servicios de educación y salud, así como los sistemas alimentarios locales y las estrategias adecuadas de uso de la tierra. e inversiones en infraestructura de transporte.
Los datos proporcionados pueden respaldar una perspectiva territorial, ya probada en países de ingresos altos, que tiene en cuenta las interrelaciones entre las ciudades y las zonas rurales circundantes, lo que conduce a un mayor acceso al empleo no agrícola, un sistema agroalimentario local mejor integrado, y menos migración.
Alimentos frescos del campo a la ciudad
En Guatemala, ejemplos de zonas periurbanas productoras de alimentos para la ciudad cercana y al mismo tiempo, proveedora de servicios para los centros urbanos es muy común, y el flujo de alimentos frescos es una de los grandes privilegios de los habitantes citadinos.
El artículo «Los agricultores están a la vuelta de la esquina» de Agrinotas.com fue trabajado sobre la base del trabajo de la FAO titulado: Los pueblos pequeños son más grandes de lo que pensamos, y puede leerse en el siguiente link:
