Eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias

La eliminación de los subsidios a las exportaciones y las barreras no arancelarias que distorsionan los mercados internacionales de alimentos son claves, tanto para asegurar el acceso a los alimentos de las poblaciones vulnerables en todo el planeta como para favorecer la rentabilidad y el bienestar de los productores agrícolas. Esto concluyeron los representantes que asistieron al foro preparatorio para la Cumbre de Sistemas Alimentarios, llevado en Roma la semana recién pasada. La Cumbre tendrá lugar en septiembre en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York.

America Latina y el Caribe es la mayor exportadora de alimentos

América Latina y el Caribe es la mayor exportadora neta de alimentos –con el 14% del comercio internacional-  y, gracias a ello, está destinada a cumplir un rol fundamental en la obtención de la seguridad alimentaria global.

“La contribución del comercio agrícola internacional para sistemas alimentarios sostenibles” fue el título del panel que llamó la atención sobre la necesidad de corregir las restricciones y distorsiones que pesan sobre la circulación de alimentos.

Alimentos deben circular sin restricciones

La importancia de un comercio internacional fluido para la erradicación del hambre y de la pobreza extrema fue subrayada por los expositores, que hicieron hincapié en la necesidad de fortalecer la cooperación internacional para asegurar la circulación transparente de los alimentos.

Varios expositores impulsaron la necesidad de tratar los temas relacionados al comercio y que tengan una presencia relevante en la Cumbre, entendiendo que los flujos comerciales deben verse como la manera más corta de conectar producción con consumo.

 “El comercio internacional es un elemento esencial de los sistemas alimentarios porque permite conectarlos y, por lo tanto, hacerlos más eficientes en términos económicos”, dijo El Director General del IICA, Manuel Otero.

“Gracias al comercio –agregó- es posible consolidar la seguridad alimentaria y nutricional; mejorar el acceso a alimentos a precios estables para los sectores más desfavorecidos; facilitar una mayor diversificación de la producción y las dietas e impulsar las transferencias de tecnologías”.

Los expositores destacaron la necesidad de modernizar y fortalecer el sistema multilateral y de promover políticas a nivel nacional e internacional que generen las condiciones para un comercio más fluido y transparente.

Los alimentos deben llegar a cualquier parte del mundo sin restricciones y en tiempo récord por ser productos perecederos

Regulaciones sanitarias y fitosanitarias deben basarse en ciencias

En ese sentido, consideraron fundamental favorecer la liberalización del comercio y asegurar que la imposición de regulaciones sanitarias y fitosanitarias estén basadas en ciencias. Especialmente destacaron la importancia de evitar que los requerimientos de sostenibilidad se conviertan en nuevas barreras no arancelarias y se reconozca que hay diferentes caminos para llegar al objetivo.

Propuesta de Latinoamérica enfatiza comercio eficiente y liberado de restricciones arancelarias y no arancelarias

La mirada del hemisferio está volcada en un documento con 16 mensajes, el cuarto de los cuales se refiere al comercio y sostiene: “El comercio internacional abierto, transparente y previsible es central para un sistema alimentario global eficiente y debe regirse por la normativa multilateral, con el fin de promover la liberalización agrícola y reducir las restricciones arancelarias y no arancelarias. Es fundamental que el sistema multilateral desempeñe un rol cada vez más activo para limitar y reducir la distorsión del comercio y la producción y velar por la adopción y aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias basadas en ciencia”.

Desde la perspectiva de los ministros de Agricultura del Hemisferio Occidental, el comercio no es solamente importante; es vital para la sostenibilidad de la agricultura en sus tres dimensiones: social, ambiental y económica.

Medidas para detener avance de COVID demostraron vulnerabilidad del comercio agrícola

En Guatemala las primeras medidas para detener el avance de la COVID-19 fueron decretadas en marzo 2020 y los días siguientes algunas autoridades pararon el flujo comercial de productos agrícolas desde las comunidades productoras hacia los centros de distribución, provocando escasez, encarecimiento, especulación y finalmente, incremento de la desnutrición.

Estos hechos nos demuestran la vulnerabilidad del comercio agrícola y la necesidad de mejorar nuestros protocolos que permitan el flujo de los alimentos sin restricciones en todo momento, pero especialmente en momentos de crísis como los vividos en el evento mencionado.

El flujo de los alimentos debe ser sin pérdida de tiempos, desde el momento de la cosecha hasta que llega a la mesa del consumidor final.

Fuente: iica.int y fao.org

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