El cultivo de tomate es de larga data en los campos de Guatemala y hay miles de productores que han adquirido conocimiento por la propia experiencia de años de trabajo en el campo.

La década de los 90´s fue crítica para los productores porque con la explosión de plagas como la mosca blanca, muchos productores entraron en quiebra y decidieron abandonar o migrar para zonas menos contaminadas o con mejores climas.

Otros decidieron hacer cambios en la tecnología del cultivo incorporando desde mejores variedades, injertación usando patrones resistentes a enfermedades y a sequías, estructuras de protección, uso de microorganismos e insectos benéficos, mejor nutrición, uso de mulch, hidroponía, uso de reciclamiento del agua para aprovechar, además del agua en si, los nutrientes que no logran usarse en el primer ciclo, etc. Todo esto contribuyó a un alza en la productividad.

La productividad promedio de país actualmente es de 469 quintales por manzana, a campo abierto. La productividad promedio en invernaderos que aun cultivan en suelo pero ya tienen incorporadas otras técnicas como el riego, nutrición y manejo de plagas esta llegando a 3,850 quintales por manzana. La productividad en invernaderos usando las tecnologías disponibles y con un manejo agronómico óptimo esta en 5,240 quintales por manzana.

Visto de otra manera, por 1 kg que se logra cosechar actualmente en campo abierto, en invernadero se logra cosechar 11.10 kg. Estos cambios tan extremos nos enseñan que con tecnologías, la producción puede multiplicarse y cambiar la vida de las familias que practican 

En  los últimos 15 años, Guatemala esta creciendo aceleradamente en el cultivo de tomate bajo condiciones protegidas impulsado por la apertura del mercado hacia los Estados Unidos, por la demanda de tomate orgánico y por los marcados índices de productividad que hacen de este, un cultivo rentable.

Con estas tecnologías, la producción de tomate orgánico se avisora como la ventaja competitiva mas importante que se puede ofrecer desde Guatemala.

Los líderes en el cultivo de tomate protegido Juan Francisco Montenegro, Felipe Montenegro, ambos de Invernaderos Tecnológicos y Oscar Bercian de Hidrovegetales de Guatemala nos actualización sobre el cultivo y su futuro.

Breve historia del cultivo bajo condiciones protegidas

El cultivo de tomate en campo abierto se ha trabajado por década en el país. Ya para los años 80´s se habían acumulado una serie de problemas provocados por plagas y enfermedades, tanto del suelo como aéreas.

El advenimiento de las tecnologías de protección a mediados de los 90´s fueron un alivio para la producción de tomates porque se logró el control de insectos plaga y portadores de virus como la mosca blanca. Estos primeros invernaderos se iniciaron con cultivos al suelo, por lo que las plagas y enfermedades del suelo continuaron y en muchos casos se agudizaron.

En el 2005 se inició con hidroponía con sustrato de piedra pómez y peat moss. Posteriormente se invirtió en fertirriego y se cambio el sustrato a uno mejor elaborado con 70% de peat moss y 30% de harina de coco. Este sustrato fue el que dio mejores resultados.

Otra tecnología importante que cambió el panorama tecnológico fue el uso de pilones de tomate ya que anteriormente las plántulas se obtenían de semilleros, con planta de mala calidad o con enfermedades. Los pilones además de valorar la semilla, lograron mejorar las condiciones de la planta rumbo al invernadero.

Uso de variedades y tecnologías levantaron la productividad

Las variedades tienen mucho que ver de acuerdo al clima. Con nuevas variedades, uso de riego, fertirriego, sustrato mejorado y MIP, la productividad en los invernaderos se levantó de 25 a 34 kg/mt2.

Uso de invernaderos posibilitó la admisibilidad hacia los Estados Unidos

Las exportaciones hacia los Estados Unidos están restringidas por la presencia de la mosca del mediterráneo en el país, por lo que la aprobación de las exportaciones hacia ese gran mercado se logró gracias al trabajo de los productores con el apoyo de la agencia PIPAA (Programa integral de Protección Agrícola y Ambiental), quien apoyo a los productores para que finalmente, USDA-APHIS  aprobara las exportaciones de tomate y chiles solo bajo condiciones protegidas. 

Actualmente, la mayoría de lo que se produce en invernaderos va para los Estados Unidos.

La primera exportación de tomate hacia el mercado de los Estados Unidos se realizó en el año 2006. El importador fue Grupo del Monte.

El crecimiento en invernaderos es lo mas demandado y aquellos productores que logren las condiciones siguientes deberían impulsar las siembras bajo invernadero

Requisitos para la producción en áreas protegidas:

Uso de variedades de alta producción. En el mercado hay variedades de alta producción las cuales deben escogerse de acuerdo a las condiciones climáticas. Sugerimos que la planta este injertada con porta patrones resistentes a enfermedades.

Financiamiento adecuado. El financiamiento que el productor debe buscar debe ser con tasas de interés competitivas y con prestamos de no menor de 3 años. Ya que la inversión inicial es muy fuerte

Abastecimiento de agua. El productor debe garantizarse un flujo de agua constante, de acuerdo a los cálculos que debe realizar previamente.

Sistema a de riego, debe estar bien diseñado o se vuelve ineficaz, lo que incidirá en la merma de productividad. El fertirriego es una tecnología cara pero se paga muy rápidamente.

Sustrato adecuado. Escoger el sustrato adecuado conllevará una mayor productividad, recomendamos la mezcla de peat moss con la harina de coco en proporción 70:30. El sustrato también debe estar correlacionado con el clima; Si el sustrato es muy permeable el costo será muy caro porque mucho nutrientes se filtran con el agua, si el sustrato es muy impermeable, se eleva la probabilidad de enfermedades fungosas de raíz.

Clima es muy importante para producir y mejorar la productividad. En base al clima se escoge la estructura porque esta regula el clima dentro del invernadero.

Nutrientes de alta calidad: Estos deben diluirse en el riego para lograr máximas eficiencias.

La optimización de mano de obra. Este es un negocio de margen bajo por lo que hay que optimizar al máximo.

Transporte. El transporte desde el campo de cosecha hasta el punto final de destino debe realizarse lo mas eficiente posible y al mas bajo costo.

Los invernaderos de tomate son el futuro para este cultivo

Es la forma que tendrá que producirse de ahora en adelante. Quien no cambia se va a ir quedando. La inversión inicial es alta, pero si se logra dar el primer paso, es un buen negocio a largo plazo.

 Los orgánicos abren un nicho especial

La producción de orgánicos en áreas protegidas se cultivan con mayor certeza, quitando riesgos de plagas y enfermedades.

Mercados altamente competitivos

El mercado para Guatemala es Estados Unidos en donde los principales abastecedores son México y Canadá. Guatemala esta empezando a crecer y está demostrando que tiene ventajas competitivas para lograr ocupar nichos mas grandes. Otros como República Dominicana, Honduras y Perú están creciendo también, por lo que la competencia es alta.

Las ventajas competitivas de Guatemala se pueden resumir en la cercanía al mercado, el clima excelente para producir tomates a todo el largo del año. En algunas regiones de Canadá y México tienen que calentar o enfriar los invernaderos para producir, cuando en Guatemala no es necesario.

PIPAA como brazo de apoyo para el productor

Las Buenas prácticas Agrícolas -BPA- se han consolidado en la producción bajo invernaderos, por lo que la calidad y productividad se ha elevado y garantizan productos que tienden al cero rechazo.

El Programa Integral de Protección Agrícola y Ambiental del MAGA  -PIPAA- juega un papel crítico en el proceso de certificación de la producción que va con destino a los Estados Unidos, por lo que el crecimiento del Sector demanda el fortalecimiento de esta institución..

El apoyo de PIPAA ha sido  fundamental para certificar la inocuidad y otros requisitos previos para la exportación.

Un proyecto de producción bajo invernaderos se paga en 6 años, por lo que las inversiones y financiación deben acoplarse a esos tiempos y con interese competitivos.

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