El Banco de Guatemala dio a conocer las previsiones de la economía Guatemalteca en junio 2020 donde colocó a la agricultura y remesas con crecimientos positivos de 1.1% y de 2.0% respectivamente.

Posteriormente, en octubre, el Banco proyectó una recuperación muy sensible de estas dos actividades económicas, proyectando la agricultura con un crecimiento de 3.0% y las remesas con crecimiento de 5.3%.

Considerando el peso de la agricultura y de las remesas en el PIB nacional, que superan el 20% del PIB, estas dos actividades se convirtieron en las de mayor dinamismo para la economía de Guatemala en este año golpeado por la pandemia Covid-19.

De acuerdo al crecimiento anual proyectado por el Banguat en octubre pasado, las actividades de agricultura y remesas se consolidaron como las de mayor crecimiento positivo, con respecto a la previsión que se tenía en junio.

Por qué la agricultura de Guatemala puede responder a las crisis?

Después de analizar el desempeño de las actividades económicas vinculadas a la agricultura, se enumeran como principales variables para dinamizarla, 1. La capacidad de resiliencia del sector agropecuario tal como lo reconoce el Banguat en sus análisis económicos, 2. La transición que se vive en el campo hacia una agricultura moderna y 3. El papel de las innovaciones tecnológicas vinculadas a la protección de los cultivos.

Resiliencia del sector agropecuario

Las emergencias sanitarias que se decretaron por el Covid-19 nos ilustran que en una crisis global, la salud y los alimentos se convierten en bienes de trascendencia vital y estratégica, y deben generarse condiciones para que los alimentos no falten en la mesa de los ciudadanos.

La pandemia y todas las medidas impuestas, nos enseñaron a valorar la agricultura y su capacidad de resiliencia, es decir de salir adelante a pesar de todas las adversidades manifestadas, entre otras, en la falta de transporte y/o su encarecimiento para movilizar los alimentos, poca claridad en políticas de salud al punto de cerrar las carreteras paralizando el flujo de la distribución de insumos para la agricultura y alimentos, limitación de acceso a los cultivos por restricción de movilización, etc.

Transición hacia la modernidad

La actividad agropecuaria esta transitando hacia la tecnificación para enfrentar grandes desafíos como el cambio climático, incremento de plagas, incremento en la diversidad en la demanda de productos alimenticios que hace complejas las operaciones productivas, suelos desgastados y erosionados, falta de agua disponible para actividades agropecuarias, etc.

Las innovaciones y tecnologías que conducen a la modernización del campo están haciendo posible que la actividad agropecuaria continue creciendo y se convierta en la principal actividad generadora de divisas en los momentos de crisis como los vividos en el 2020.

Agricultura protegida incrementa productividad

Desde un cobertor para el suelo, hasta un invernadero de última generación, nos ilustran la extensa gama de tecnologías para la protección de las actividades productivas agropecuarias disponibles y a precios asequibles para productores de todas las escalas.

Un estudio elaborado por el CCIPPP (Centro para la Capacitación, Investigación y Producción Popoyan-Priva) demostró que en lugares a campo abierto donde se colectaban 3 cajas de tomate, en invernadero, la misma área y con el mismo material de tomate se colectaban 7 cajas. Este incremento en la productividad está enseñando a los agricultores a apreciar cada vez mejor las tecnologías disponibles y su uso, adaptables a todos los cultivos.

En el campo, agricultura y remesas van de la mano

Los territorios rurales que reciben remesas están siendo transformados por la construcción y por la mejora de actividades productivas agropecuarias, manifestadas en mayor tecnificación del campo.

Las inversiones de remesas en el campo agropecuario están vinculadas a creación o mejoras de proyectos de riego, construcción de estructuras para la protección de cultivos, impulso y ampliación de campos de siembra de vegetales, frutas y animales (cerdos, aves y bovinos), compra de equipos como vehículos de doble tracción, vehículos para el transporte de carga, semillas mejoradas, mejores fertilizantes, MIP, etc.

Propiciar mas rentabilidad a la actividad agrícola es un modelo que se puede potencializar con las remesas, a nivel de medianos y pequeños productores y con ello garantizar una vida digna cuando los migrantes y sus familias regresen a su querida Guatemala.

Las remesas bien dirigidas al campo y convertidas en activos como bombas de riego, sistemas de riego, centros de acopio, cadenas mejor estructuradas para la movilización de productos, semillas, genética, etc; pueden acelerar el proceso de modernización de la agricultura.

Proyecciones halagadoras

De acuerdo al banco de Guatemala, en el 2021 se dinamizará toda la economia, con una recuperación generalizada que terminaría el año con 3.5% de crecimiento y la agricultura con 2.7%.

Estas proyecciones son halagadoras para el país por la recuperación económica inmediata que preveen, en «V», la cual se empezó a sentir desde el ultimo trimestre del 2020.

Optimismo y expectativas para 2021

Nos espera un año de muchas expectativas, de optimismo y de nuevos horizontes y contamos con una agricultura que se esta modernizando para alcanzar niveles competitivos de orden internacional. Estos factores son determinantes para posicionar a Guatemala en un mejor lugar, generando oportunidades para todos en el área rural.

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