La proteína animal y la producción pecuaria pueden generar oportunidades de creación de riqueza en países, reducir la pobreza, y aportar directamente en la nutricion del sector rural.

Esta es una de las conclusiones del evento desarrollodo por el IICA la semana recien pasada, para analizar el importante papel de la producción pecuaria y la proteína animal en un sistema alimentario sostenible, además, de explorar oportunidades y desafíos del sector para el futuro.

Las perspectivas fueron emitidas en un seminario virtual de alto nivel organizado para compartir conocimiento científico, investigaciones y criterios técnicos sobre

En el seminario participaron Tom Vilsack, exsecretario de Agricultura de Estados Unidos y CEO del USDEC; Ted McKinney, Subsecretario para Asuntos Internacionales y de Comercio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés); Fritz Schneider, presidente de la Agenda Mundial para la Ganadería Sostenible; Manuel Otero, Director General del IICA, y más de una docena de expertos en la materia ligados a los sectores público, privado, la academia e investigación, entre otros.

La producción pecuaria y la proteína animal son esenciales para los sistemas agrícolas y las comunidades rurales en las Américas por su aporte a la seguridad alimentaria y nutricional de la población y al desarrollo económico, social, cultural y ambiental de la región, indicaron funcionarios y expertos convocados por el Consejo de Exportación de Lácteos de Estados Unidos (USDEC por sus siglas en inglés) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Ganadería en Petén crece con genética de alta calidad.

“Nadie se pregunta que la proteína animal y la producción pecuaria pueden generar oportunidades de creación de riqueza en países y reducir la pobreza, y sobre su valor nutricional”, reflexionó Vilsack. “Que la gente entienda el compromiso que tienen los productores en el hemisferio para tener una producción sostenible, para reducir los gases de efecto invernadero, el esfuerzo para bajar la huella de dióxido de carbono y que lo están haciendo”, agregó.

McKinney por su parte se enfocó en la importancia de la innovación “para aumentar la productividad de forma sostenible” en el sector cárnico y lácteo, y coincidió en que las dietas balanceadas no deben “enfocarse sólo en la parte vegetal y olvidar todos los productos que vienen de nuestro ganado y granjas avícolas”.

Los especialistas además coincidieron en que es vital basarse en la ciencia para la toma de decisiones, para las regulaciones, para apoyar la seguridad y la salud de los consumidores, y sobre todo brindar información certera sobre el rol de la producción pecuaria y la proteína animal en la nutrición, muchas veces sesgada por argumentos en contra de su consumo que carecen de sustento científico.

Feria ganadera en Ciudad de Guatemala.

“Creemos firmemente que la producción pecuaria y la proteína animal son esenciales para los sistemas agrícolas y las comunidades rurales en todo el continente”, añadió por su parte Otero, titular del organismo especializado en agro y ruralidad.

En el seminario quedó en evidencia que la ingesta de productos de proteína animal es crucial para una dieta y nutrición de calidad, al ser fuente abundante de proteínas de alta biodisponibilidad, minerales y vitaminas esenciales.

Se indicó, por ejemplo, que el consumo de productos lácteos se vincula con un menor riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2 e hipertensión, con una mejor densidad mineral ósea en niños y adolescentes y con beneficios cardiovasculares y musculares, aparte de mejorar la función inmunológica.

El sector ganadero genera el 46% del PIB agrícola

Además, a nivel socioeconómico, cerca de 800 millones de personas que viven en zonas rurales dependen de la cría de ganado y que el sector ganadero responde por un 46 % del PIB agrícola de Latinoamérica.

Otros de los efectos positivos de la industria pecuaria están vinculados con la reducción de la pobreza a nivel familiar y comunitario, el desarrollo socioeconómico y la creación de empleo.

Tilapia criada en Nentón. Guatemala.

En Guatemala el sector ganadero y acuícola tecnificado es liderado por la avicultura

La avicultura es una industria floreciente en Guatemala impulsada por la alta capacidad de innovación y tecnificación de todos sus procesos y por la amplia diversidad de sectores productivos que la componen, desde pequeños, medianos a grandes empresarios.

Galpones de productores en el altiplano de Guatemala.

En ese orden de tecnificación, la crianza de cerdos tecnificada ha ganado terreno al igual que la cría de tilapia y camarón.

Algunos factores como las medidas de índole zoosanitario para las exportaciones han frenado la expansion de sectores como la de cerdos, sin embargo, y con la planificación y apoyo esperado del Gobierno, se espera tener capacidad de exportar en el corto plazo y de esa manera, incrementar la actividad productiva.

El ganado bovino también ha tenido una serie de limitantes para su exportación, lo que ha frenado la capacidad de crecimiento en los últimos 20 años. Sin embargo, la capacidad de mejorar la capacidad de control de índole zoosanitario para enfermedades claves está abriendo puertas al sector, de tal manera que en este mes se ha logrado la primera exportación hacia México despues de muchos años de trámites y espera.

El sector ganadero tiene grandes oportunidades y está demostrando que puede crecer y brindar productos de primera calidad con rentabilidades a los productores que permiten prosperidad.

Porcinocultura tecnificada y con razas de alta calidad.

Fuente de información.

Horrys Friaca, especialista internacional del Programa de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad de los Alimentos (SAIA) del IICA.

horrys.friaca@iica.int

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