El impacto de la africanización de las abejas
En los años 80´s ingresó la abeja africanizada a la región y como puede observarse en la gráfica de producción de miel, el tonelaje bajó de 4,000 anuales a 1,500 toneladas al año 2,000. Las pérdidas fueron cuantiosas y una de las causas fue el poco conocimiento para manejar esta abeja. La agresividad y las pérdidas en vidas humanas y ganado por el ataque de estos insectos provocó que muchos apiarios se abandonaran.
A partir del año 2000 la situación empezó a cambiar, primero por la tecnificación de los apiarios, agregado al conocimiento del manejo de los apiarios africanizados, importación de genética mejorada y la demanda de miel, todo lo anterior repercutió en que la producción se elevara hasta los 5,800 toneladas en el año 2013. A partir de ese año, la varroa y cambios drásticos en el clima (sequías prolongadas) hicieron que la producción de miel se mantuviera estancada y con sobresaltos.
Tecnificación de los apiarios impulsa la productividad
La productividad promedio nacional alcanza las 40 libras por colmena por ciclo, de acuerdo a datos del MAGA (2014) considerada baja en comparación con México, que reporta rendimientos de 64 libras por colmena por ciclo.
Sin embargo en regiones con alta tecnificación la productividad llega a 80 libras por colmena como es el caso de apiarios ubicados en Santa Rosa, por la región de Barberena. La tecnificación se está alcanzando a través de la mejora genética con un cruce entre Italiana y Caucásica, la cual ha sido probada en varios apiarios del país logrando mejoras sustanciales. Por ejemplo, en Huehuetenango, específicamente en la Democracia, un apiario que producía 40 libras por colmena llegó a producir 70 libras con el único cambio de reina, pasando de abejas africanizadas a abejas de genética mejorada de Italiana x Caucásica.
El reto está en el mercado
Actualmente uno de los principales desafíos de los apicultores se encuentra en la comercialización de la miel, la cual por ser un producto alimenticio requiere de ciertas condiciones y certificaciones para entrar a mercados altamente competitivos. Afortunadamente, varias cooperativas y productores independientes han estado obteniendo los sellos orgánicos que les permiten exportar a mercados de alta demanda y muy exigentes en cuanto a la calidad del producto, su inocuidad y su origen orgánico.
Guatemala tiene condiciones muy favorables para el crecimiento de este sector productivo por lo que la tendencia hacia el alza en la producción es una buena señal de crecimiento sostenido, sobre la base de la tecnificación, el conocimiento y manejo de los problemas mas serios como lo son las plagas y el cambio en el clima.