Los grandes desafíos actuales que enfrenta la agricultura mundial es llegar con los alimentos en volúmenes adecuados a todas las personas que los necesitan, y asegurar que quienes los producen accedan a una vida próspera en la ruralidad. El desarrollo tecnológico es crucial para esto.

El extraordinario desarrollo tecnológico de la agricultura ha permitido aumentar de forma significativa los rendimientos productivos en los últimos años, en armonía con el ambiente. Así, los grandes desafíos actuales que enfrenta la agricultura mundial –y que en tiempos de pandemia se han vuelto más urgentes- consisten en cómo llegar con los alimentos en volúmenes adecuados a todas las personas que los necesitan y cómo asegurar que quienes los producen accedan a una vida próspera en la ruralidad.

Este fue el principal tema de debate en la 12va. Reunión del Consejo Asesor para la Seguridad Alimentaria de las Américas del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)

El médico psiquiatra y empresario argentino Hugo Sigman ponderó los avances realizados en la actividad agrícola, que a partir de novedades como mejoras en las semillas y la introducción de la siembra directa ha aumentado significativamente sus rendimientos, con un respeto por los procesos de la naturaleza que antes no existía.

“Esos avances necesitan ser consolidados y extendidos a la actividad ganadera, que todavía no tiene la misma eficiencia que la agricultura”, señaló Sigman. El empresario agregó que “es una ignominia que haya todavía gente que muera de hambre o está subalimentada, pero si seguimos por el mismo camino podemos mirar el futuro con optimismo”.

En su calidad de fundador y accionista de INSUD, conglomerado empresarial dedicado a las industrias farmacéutica, agroforestal, cultural y de naturaleza y diseño, Sigman también se refirió a las perspectivas sanitarias, ya que está al frente del laboratorio que producirá el principio activo de la vacuna contra Covid-19 que desarrollaron la Universidad de Oxford y la firma AstraZeneca para toda América Latina, excepto Brasil.

Sigman consideró también que en una situación de emergencia como la que se vive en la región y en el mundo son necesarias políticas públicas que favorezcan un equilibrio entre la necesaria rentabilidad de quienes producen alimentos y los precios que pueden pagar los consumidores.

“No creo –afirmó- que la completa libertad de comercio de alimentos sea posible en situaciones extremas. La gran demanda de China de productos agrarios y carne ha hecho subir los precios en el último año, por lo que es imprescindible la intervención de los gobiernos para asegurar algo tan esencial como son la producción y el acceso a los alimentos”.

Fuente: iica.int

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