La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el año 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras (AIFV).

El AIFV 2021 ofrece la oportunidad única de sensibilizar sobre la importancia de las frutas y verduras para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud, y para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Qué son las frutas y las verduras

Se considera que las frutas y verduras son las partes comestibles de las plantas (por ejemplo, estructuras seminíferas, flores, yemas, hojas, tallos, brotes y raíces), tanto cultivadas como silvestres, en estado crudo o con un procesamiento mínimo.

frutas y verduras frescas. foto Pixabay.com

Los productos siguientes quedan excluidos de esta definición:

  • Raíces feculentas y tubérculos como la yuca, la patata, la batata y el ñame (aunque las hojas de estas plantas se consumen como verduras).
  • Leguminosas de grano seco (legumbres), salvo que se recolecten sin estar maduras.
  • Cereales, incluido el maíz, salvo que se recolecten sin estar maduros.
  • Nueces, semillas y semillas oleaginosas, como el coco, la nuez de nogal y la semilla de girasol.
  • Plantas medicinales y especias, a menos que se utilicen como verdura.
  • Estimulantes, como el té, el cacao o el café.
  • Productos procesados y ultraprocesados elaborados a partir de frutas y verduras, como bebidas alcohólicas (por ejemplo, vino o bebidas espirituosas), sustitutos de la carne a base de plantas o productos de fruta y verdura con ingredientes añadidos (por ejemplo, zumos de fruta envasados o kétchup).

Las frutas y verduras mínimamente procesadas son aquellas que se han sometido a algún proceso que no altera su condición de fresco, como lavado, clasificación, recortado, pelado, cortado o troceado.

Los alimentos mínimamente procesados conservan la mayor parte de sus propiedades físicas, químicas, sensoriales y nutricionales intrínsecas, y muchos de ellos son tan nutritivos como los alimentos sin procesar. Algunos ejemplos son la fruta cortada, la fruta embolsada, las ensaladas de verduras y las frutas y verduras desecadas y congeladas.

Verduras en mercado cantonal en Guatemala

Innovar, cultivar, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos

La innovación, las tecnologías mejoradas y la infraestructura son cruciales para aumentar la eficiencia y la productividad en las cadenas de suministro de las frutas y verduras, a fin de reducir la pérdida y el desperdicio.

Fomentar la sostenibilidad

Las cadenas de valor sostenibles e inclusivas pueden ayudar a aumentar la producción y la disponibilidad, inocuidad y asequibilidad de las frutas y verduras, así como el acceso equitativo a ellas, a fin de fomentar la sostenibilidad económica, social y ambiental.

Prosperidad creciente

El cultivo de frutas y verduras puede mejorar la calidad de vida de los agricultores familiares y sus comunidades. Genera ingresos, crea medios de vida, mejora la seguridad alimentaria y la nutrición y potencia la resiliencia a través de la gestión sostenible de los recursos locales y el aumento de la agrobiodiversidad.ç

Aprovechar la bondad

Las frutas y las verduras ofrecen múltiples beneficios para la salud, como el fortalecimiento del sistema inmunitario, que son esenciales para luchar contra la malnutrición en todas sus formas y para la prevención general de las enfermedades no transmisibles.

Respetar los alimentos de la granja a la mesa

El carácter altamente perecedero de las frutas y verduras exige que se preste una atención especial al producto para mantener su calidad e inocuidad mediante el tratamiento y la manipulación correctos en toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el consumo, y minimizar la pérdida y el desperdicio.

Para darle seguimiento a la actividad del 15 de diciembre donde se lanzará el año 2021 como año internacional de frutas y verduras, siga el siguiente enlace.

http://www.fao.org/webcast/home/en/item/5444/icode/
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